Posiblemente algunos la hemos conocido, y no estaría mintiendo si me atreviese a asegurar que todos alguna vez hemos visto como delante de nosotros se alza esa señal, ya sea física, mental, emocional, espiritual, que nos insta a obedecerla inmediatamente, esa imponente señal de STOP. Entonces la mente se bloquea, porque la misma vida se puede definir como una intersección de caminos, los cuales vamos siguiendo conforme tomamos decisiones, y aquí es donde llegamos al problema del problema. Y el problema del problema es que ya habiamos tomado todos los caminos posibles:
-Habiamos girado a la derecha o a la izquierda, curiosa forma nuestra de actuar, en la cual no enfrentamos directamente el problema, pero tampoco nos alejamos de él, sino que le seguimos paralelamente, muy de cerca, y volvemos a caer inequivocamente en él, "otra vez la misma historia de antes", pensamos, y es muy común esta decisión, la cual incluye algunos actos que tomamos sin tener en cuenta la palabra de Dios (lo perdono pero no lo olvido; estudio pero a la vez me hago chuletas, por si acaso!; oro y lo dejo en las manos de Dios pero después de eso sigo intentándolo con mis fuerzas).-Habiamos decidido huir de él, ¿Cómo es esto? Evitándolo, impulsándonos para atrás, ejerciendo el acto de borrar ese suceso el cual nos obligó a movernos atrás (que en la teoría es muy bonito pero en la práctica nunca resulta; anota esto en tu mente: "Solo Dios puede hacer las cosas nuevas").
-Nos armamos de valor y decidimos seguir adelante, ¿Por qué no? Suculenta tentación que tienta a los/as más valientes/as, a los/as más osados/as, etc. Y muchas veces el moverse hacía delante solo implica más posibilidades de volver a tropezarse con la misma señal, ¿Sabeís por qué? Porqué no somos realmente capaces de afrontarlo la mayoría de las veces, y más aún si tenemos la señal para confirmarlo: STOP, quieto/a, parate, no sigas.
Y despues de haber intentado todos los caminos posibles, nos damos cuenta que aún queda un "camino", el "camino" más simple es el que menos nos planteamos escoger, pues tenemos una tendencia a complicar las cosas, ¿Quién está conmigo en esto? Y esque a simple vista no parece un camino, pero lo es, créeme. Quedarse quieto es un camino, una posibilidad, una opción, ¿No? Y lo más curioso de todo es que nos pide algo que a todos nos cuesta llevar a cabo, porque aplicarle frenos a la mente a veces es contraproduce...
Pero la señal es clara, ¿No? Nadie duda de lo que pone en ella, en cambio si dudan de que hacer con lo que les pide, si es tan simple que dan ganas de pensar...
Pero Dios permite que esa señal aparezca en nuestra vida, y lo permite porque quizá necesita prepararnos un poco más, quizá está mostrándonos nuestro carácter, quizá está a punto de bendecirnos, a punto de hablar, a punto de mostrar su gloria, pero estamos tan acostumbrados a "vivir en el mundo" que lo sobrenatural nos parece improbable, incluso muchas veces ni lo tomamos en cuenta...
Pero decidimos parar... Y todo cambia. Limpiamos nuestras vestiduras espirituales (Efesios 6:11-17), aseguramos nuestra coraza, reforzamos el yelmo, que se tambaleaba un poco, y volvemos a avivar el fuego del espíritu santo en nosotros. Entonces Dios nos ha preparado espiritualmente, nosotros nos hemos preparado física y emocionalmente, y podemos seguir adelante. Recuerda, los STOPs no son un lugar de estancia, sino de preparación, nunca olvides que detrás de tí hay un camino que ya has recorrido, y delante otro más largo que queda por recorrer =D.
¿Y bién? ¿Que hareís la próxima vez que se os aparezca un STOP en el camino de vuestra vida?
3 comentarios:
Buenas palabras amigo! debemos aprender a estar en quietud, debemos hacer el "STOP" sabiendo que no debemos nosotros marcar nuestro caminos, sino esperar a que Dios "levante señales"...
tu texto me ha recordado a Elías y David, ambos hicieron un "STOP"... ambos fueron a una cueva, ambos necesitaron un alto en el camino.
Y en 1ª de Reyes 19:15 le dice Jehová a Elías estando en la cueva: "Y le dijo Jehová: Ve, vuélvete por tu camino..."
A veces es necesario hacer el STOP y esperar a que Dios nos diga que hacer, porque el esperar es mansedumbre y obediencia... y es más fácil sentirte buen empleado cuando haces muchas cosas que te mando tu jefe que cuando no haces nada en todo el día porque no había trabajo, en el segundo caso tienes sensación de remordimiento y afán de hacer algo aunque no te lo digan.
Y creo que cuando hacemos el STOP, o estamos en cueva, no tenemos que estar esperando una respuesta... me recuerda a cuando un niñ@ pequeñ@ te pide permiso para algo y le dices que "no" y se te queda mirando medio enfadado medio pidiendo una explicación, y tu le repites el "no" sin aspiración de nada más, pues sabes que es un crio y no lo entenderá, sólo esperas que lo olvide y juegue a otra cosa...
BENDICIONES!
:D
Primo, esta genial y me siento muy identificada con ciertas frases y cosas, escribes super bien sigue expresando todo eso y plasmandolo aquí y compartelo, es un gran don y Dios te va a bendecir:)
Bien bien...me has dejado impresionada :)
Tienes razón...aveces las personas necesitamos un STOP, quizás vamos tan de prisa por la vida que no nos paramos a mirar lo que realmente el Señor quiere hacer de nosotros. Quizás nos movemos y queremos correr tan de prisa sin darnos cuenta de que si vamos con la mirada "a nuestra bola" podemos tropezarnos con alguna piedra que previamente no hayamos visto...
así que si, tienes razón, todo al tiempo de Señor porque su tiempo es perfecto! cuando estemos preparados y bien sujetos a su mano Él nos hará correr mirando fijamente SU camino :)
Blessings Andrés!
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